viernes, 10 de febrero de 2012

Ahogándome en mis palabras

Querías solo estar en silencio en aquel 
rincón de siempre…

Tenías el orgullo hecho trizas…
Y jamás creíste que salir del mundo 
en que vivías fuese tan difícil. 
Eras aquel personaje feliz de aquel 
mundo de ideas felices, el que era 
bondadoso 
porque todos merecían tu bondad.

Sales al mundo a ver que no siempre 
la gente es buena, que algunos lastiman.

Es un engaño…

¿Sabes cuánto cuesta tener ideas como 
las tuyas?

Tus palabras son como el agua en el 
desierto. 
Ahora eres triste pero la tristeza
no siempre es mala: 
puede convertirse en 
los más hermosos actos de bondad y es 
entonces cuando decides ser alegre y todas 
las estrellas brillan más. 

Cuando tus ojos brillan más.

1 comentario:

  1. Me encanta!! ^^ sigue escribiendo porque al fin y al cabo lo que escribimos es el reflejo de lo que llevamos impreso en el alma

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